Entre los componentes clave de una piscina con sistema de cloración salina se encuentra el clorador salino, que convierte la sal en cloro para mantener el agua limpia y libre de bacterias. Sin embargo, para que este sistema funcione de manera óptima, es necesario realizar una limpieza regular del clorador salino. En este artículo, te explicamos a detalle el procedimiento de limpieza y por qué es importante.
¿Por qué es importante limpiar el clorador salino?
El clorador salino es una pieza fundamental del sistema de mantenimiento de una piscina. A lo largo del tiempo, los depósitos minerales, como el calcio, pueden acumularse en las placas del clorador, lo que reduce su eficiencia. Si no se limpia regularmente, el sistema puede llegar a fallar, provocando problemas de calidad del agua y aumentando los costos de mantenimiento.
¿Cuándo debemos limpiar el clorador salino?
La frecuencia con la que se debe limpiar el clorador salino puede variar dependiendo de varios factores, como la dureza del agua y la cantidad de uso de la piscina. Sin embargo, una buena regla general es revisar el clorador al menos una vez al mes durante la temporada de uso intensivo. Si observas una acumulación visible de depósitos minerales, es momento de realizar una limpieza.
Pasos para realizar una limpieza del clorador salino
- Apagar el sistema de cloración: Antes de comenzar la limpieza, es crucial apagar el sistema de cloración y la bomba de la piscina. Esto garantizará tu seguridad y evitará daños en el sistema.
- Desmontar el clorador salino: El siguiente paso es desmontar el clorador salino del sistema de filtración de la piscina. La mayoría de los cloradores salinos están diseñados para ser fáciles de desmontar.
- Inspeccionar las placas del clorador: Una vez que el clorador esté desmontado, inspecciona las placas de la célula de cloración. Busca signos de acumulación de calcio u otros minerales.
- Preparar una solución de limpieza: Para limpiar las placas del clorador salino, necesitarás preparar una solución de limpieza adecuada. Una de las soluciones más efectivas es una mezcla de ácido muriático (ácido clorhídrico) y agua. La proporción recomendada es de una parte de ácido muriático por diez partes de agua.
- Sumergir las placas en la solución de limpieza: Llena un recipiente de plástico con la solución de ácido y agua. Sumerge las placas del clorador en la solución, asegurándote de que estén completamente cubiertas. Deja que las placas se remojen durante 15-20 minutos.
- Enjuagar y volver a montar: Después de remojar las placas, retíralas de la solución de limpieza y enjuágalas cuidadosamente con agua limpia. Asegúrate de eliminar todos los residuos de ácido para evitar daños en el clorador.
- Reiniciar el sistema: Finalmente, una vez que el clorador esté de nuevo en su lugar, vuelve a encender el sistema de cloración y la bomba de la piscina. Verifica que todo funcione correctamente y que no haya fugas. Observa el rendimiento del clorador salino durante los próximos días para asegurarte de que la limpieza ha sido efectiva.
¿Qué pasa si no limpio el clorador salino?
Si no limpias el clorador salino regularmente, los depósitos minerales pueden acumularse y obstruir las placas de la célula de cloración. Esto reducirá la eficiencia del clorador, resultando en una menor producción de cloro y una peor calidad del agua de la piscina
Como hemos visto, mantener el clorador salino limpio es esencial para el buen funcionamiento de tu piscina y para asegurar que el agua se mantenga limpia y segura para nadar.
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